sábado, 3 de junio de 2017

La medicina en el desierto latino

http://malinalli-herbolariamedica.blogspot.mx/2011/04/plantas-comestibles-y-medicinales-de-la.html

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http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/pueblos.php?v=m&l=2&t=tarahumara&demanda=pies%20hinchados&orden=5#demanda

esta otra cuenta con una aplicacion que marca los estados en donde se dan las plantas para usos medicinales

  los siguientes remedios son de la cultura indigena

Para los terapeutas tarahumaras, la hinchazón y los pies hinchados son dos afecciones consideradas poco peligrosas, no obstante, pueden convertirse en causa de muerte para aquellos enfermos que no se atienden. La frecuente falta de cuidado obedece por lo general a que la hinchazón se instala silenciosamente y no provoca otros malestares, como dolor por ejemplo, hasta que ésta ha adquirido un carácter preocupante.
La primera de ellas, la hinchazón, es una afección poco frecuente, conocida también con los siguientes términos: baajilabaginare y we oco watinare. Los curanderos, doctores y hierberos-soñadores, son los especialistas que atienden esta afección.
Las causas que la originan son de dos tipos: la primera causa se relaciona con acontecimientos de índole sobrenatural, que la colocarían dentro del grupo de los síndromes de filiación cultural: "cuando una persona se enferma de hinchado, es que los hechiceros le hicieron mal", afirman los terapeutas (V. brujería). La segunda causa comprende más bien hechos accidentales, fortuitos, tales como "caer en el agua", por ejemplo.
La característica más relevante de la enfermedad es la hinchazón generalizada en todo el cuerpo.
Para cualquiera de las causas, después de interrogar al paciente y de observar su aspecto, el terapeuta confirma el diagnóstico del siguiente modo: "sueña si la persona está siendo dañada o no".
El tratamiento consiste en la ingestión de un té, el cual se prepara con "palo de azahar, al que primero se le hacen hendiduras y después se hierve"; se administra frío.
Si el paciente no es atendido a tiempo "le gana la enfermedad y se muere", debido al aumento de la hinchazón. Según los informantes, este tipo de afección se presenta con más frecuencia en la población infantil.
Los "pies hinchados", al igual que las "piernas hinchadas", es el segundo tipo de hinchazón consignado por los terapeutas tarahumaras. Los pies hinchados, dolencia conocida popularmente con las expresiones de ronola bajinna y kasil juina na meripopo, es considerada una causa de mortalidad, aun si su importancia en la morbilidad general de la población es escasa; los terapeutas tradicionales que atienden este padecimiento son principalmente las parteras y los curanderos-sobadores. A diferencia del primer tipo de hinchazón, en este caso la inflamación se encuentra localizada, con más frecuencia en los pies o las piernas, circunstancia que da el nombre a la causa de demanda de atención.
Las causas que dan origen a la enfermedad pueden ser de varios tipos: fortuitas, como los golpes o accidentes; generalmente, a raíz del traumatismo causado por un golpe, la zona afectada se hincha. Un segundo tipo de causa guarda relación con problemas nutricionales, o de intoxicación por alcohol, como lo señalan los propios informantes: "comen mal o toman mucho fuerte"; la dolencia también puede surgir "por caminar mucho o por frío", así como por trabajar en exceso. El síntoma principal de la enfermedad está indicado en el nombre mismo: al paciente "se le hinchan los pies hasta odillas" además de la espalda, en donde sufre dolores muy fuertes; se cansa con facilidad al caminar y "no respira bien, tiene la cara hinchada y descolorida". Lo mismo ocurre cuando se padece de "piernas hinchadas". A veces la enfermedad va acompañada de "escalofríos, la persona no orina, le duelen los riñones y los tiene hinchados", lo que revela que se trata más bien de una afección renal-urinaria. La dureza y la inflamación de la región lumbar completan el cuadro clínico que presenta el paciente.
La observación de las zonas inflamadas, así como el interrogatorio del enfermo, son las formas más comunes de establecer el diagnóstico. A menudo el terapeuta también hace una revisión del paciente, palpando las zonas tumefactas para determinar el grado de dureza que presentan.
Los tratamientos recopilados son complejos, y todos tienen el propósito de bajar la hinchazón de la zona afectada, propiciando la eliminación, a través de la orina, del exceso de líquido retenido. En su mayor parte, consisten en la ingestión de preparados a base de plantas medicinales, entre las que destacan la barba de elote (pelos de elote, estilos de maíz), y la cola de caballo -planta del género Equisetum-, ambas con propiedades diuréticas, empleadas ampliamente en la medicina tradicional del país para padecimientos renales. Las terapias van acompañadas por sobadas, aplicadas en la región afectada y ejecutadas con la ayuda de una crema de venta en las tiendas, a la que se le añade cebollaajo y raíz de una planta de nombre novia, todas previamente molidas; después de sobar, las piernas del enfermo se cubren. En los casos de inflamación por golpes, el tratamiento consiste en la aplicación de parches, o trapos calientes embebidos con tepozán, los cuales se colocan sobre la región inflamada y se mantienen así durante la noche; la terapia debe quitar rápidamente el dolor. Durante la cura, los terapeutas recomiendan al paciente no mojarse hasta que se alivie completamente, no comer sal ni comidas grasosas, no tomar bebidas alcohólicas, así como evitar caminar en exceso y realizar trabajos pesados.
Las complicaciones de la hinchazón de los pies o de las piernas, por lo general derivan de un retardo en el inicio del tratamiento adecuado. Usualmente, comienzan con un aumento de los dolores, que abarcan una región cada vez más vasta del cuerpo, así como con la retención de líquidos; en casos extremos el paciente se muere porque, como señalan los informantes, "si la persona no se cura se le va subiendo lo hinchado por las piernas y le llega hasta la espalda y no puede caminar, ni orinar, ni pararse, ni comer, y como los dolores son muy fuertes, se muere". Los terapeutas afirman que, por esta afección, fallecen uno o dos enfermos al año.


Los informantes no proporcionaron consejos acerca de las formas de prevenir la enfermedad, que afecta "principalmente a los viejitos durante los meses de octubre".

Chicagoricame o richiolGranos o granos con rasquera. Richiur. Granos pudrosos
Los granos constituyen una causa de demanda de atención de carácter dermatológico, recurrente entre los habitantes de las regiones tarahumaras. Las erupciones cutáneas designadas genéricamente como granos, pueden ser de dos tipos: los llamados "granos", "sarna" o "granos con rasquera", conocidos popularmente como richiol o chicagoricame, y los "granos pudrosos", designados con el término de richiur.
Ambos tipos de granos afectan a la población en general. La sarna es más frecuente entre los niños, mientras que los granos pudrosos "pegan parejo de treinta años para abajo", comentan los informantes. Estos padecimientos pueden ser mortales, si no se tratan oportunamente.
Todos los terapeutas concuerdan en señalar que la causa fundamental que lleva a la aparición de los diversos tipos de granos es la inadecuada higiene personal y del entorno. Asimismo, indican que se trata de afecciones de carácter contagioso, que surgen al entrar en contacto con elementos que se encuentran en el medio ambiente, principalmente en el agua. Así, los granos se presentan "cuando los niños se bañan con agua de marranos, porque éstos tienen sarna", y los niños reproducen los animalitos ("baiburines") que después infectan a otros niños; los granos también pueden aparecer "porque las personas se lavan las manos con agua sucia". Las aguas son particularmente dañinas en épocas "de crecida, cuando traen todo lo seco de los cerros y campos". A veces los granos surgen "por meterse al agua cuando se tiene el cuerpo caliente". Por último, los granos pudrosos pueden aparecer, además, "por castigo de Dios".
La sarna o granos con rasquera, se manifiesta inicialmente mediante una fuerte comezón, "como si picaran piojos; los granos aún no se ven". Esta comezón puede empezar en las manos o en los pies, de donde pasa a todo el cuerpo. Los granos aparecen enseguida, y "son como bolitas que están como pegadas". Por lo general, surgen "en los pliegues de las manos" o en las zonas húmedas del cuerpo, como las axilas o las ingles. Como la comezón continúa, al rascarse, la piel se aliaga (se forman llagas) y después se seca convertida en una plasta de costra seca; como la persona se vuelve a rascar, entonces se sangran" (V. llaga).
Los granos pudrosos tienen otras características: "son granos grandes, con pus, duelen mucho y da calentura"; cuando revientan se forma una costra que, al desprenderse, deja manchas grandes y oscuras sobre la piel. Además, el enfermo pierde el apetito.
Después de conversar con el paciente, el terapeuta confirma el diagnóstico prácticamente por medio de la sola observación de las zonas afectadas por los granos, por tratarse de enfermedades contagiosas.
Los tratamientos consisten fundamentalmente en baños con preparados de plantas medicinales, seguidos de la aplicación de pomadas en las zonas de la piel erosionadas por la enfermedad. El paciente debe tomar baños tibios por lo menos una vez al día; éstos se hacen con las siguientes plantas: árnica -de la cual se utiliza toda la planta-; raíz hervida de valeriana; cáscara de cascalote, de encino y ramas de chucaca, llamada en otros lados hierba milagrosa o prodigiosa; barba de piedra, hervida durante veinte minutos; y, por último, verbena. Durante el baño, el enfermo debe usar jabón "amarillo, aunque es mejor el de lejía, el cual está hecho de cenizas". Algunos terapeutas recomiendan usar un jabón de árnica, que se prepara con la planta seca. Los tratamientos incluyen la aplicación de una pomada, que se hace mezclando azufre con manteca o crema, o bien con una cebolla y un ajo pelado molidos en metate, y mezclados con alguna crema de venta en el comercio. Con el medicamento así obtenido se soban las áreas lastimadas, "se amarran con un trapo, y se deja durante toda la noche".
Para curar los granos pudrosos, todos los terapeutas recomiendan la planta medicinal de nombre "hierro palmo" empleada de diferentes maneras. Los informantes sugieren que el cocimiento "se prepare en una barrica para que se bañe toda la familia". Con la misma planta se aconseja hacer un té, y tomarlo "como bebida de uso". Por último, se debe secar, moler y poner el polvo en los granos. Esta enfermedad es rebelde a los tratamientos y. por lo general, tarda en curarse, "pero sí se cura", señalan los informantes.
Si el paciente no se somete a un tratamiento, los granos se diseminan, cubriendo una superficie cada vez mayor de la piel; enseguida se le "despelleja esa parte del cuerpo, provocándole fuertes calenturas por la infección, además de una comezón espantosa"; en los casos más graves, el enfermo muere a consecuencia del proceso infeccioso que ya no se logra detener.


A manera de prevención, los informantes recomiendan que los niños se laven las manos después "de agarrarar los chivos y a los marranos", colocar las vestimentas limpias en tendederos para evitar que algún bicho se suba a la ropa, no sentarse sobre piedras "donde se reproducen los animales, y lavar y hervir las sábanas en caso de que se haya tenido sarna". Tiene variaciones estacionales, siendo mayo el mes en que aparecen el mayor número de casos.

Padecimiento que afecta frecuentemente a la población tarahumara, conocido popularmente con el nombre de sepoche. Los terapeutas lo señalan además como una seria causa de mortalidad en enfermos que no le prestan la debida atención. Es atendido principalmente por curanderos y curanderas-hierberas.
El mal de orín es una afección renal-urinaria que se manifiesta en un sujeto por causas diversas: "golpes en los riñones, o porque toma mucho y fuerte, o trabaja mucho tiempo agachado". El "trabajar mucho y no tomar agua", así como "una caída que no se curó inmediatamente", son otras de las causas frecuentes de la enfermedad. Algunos terapeutas del municipio de Guachochi relacionan la enfermedad con "un susto, ya que se le sube mucho la presión", y se produce entonces el mal de orín.
La mayor parte de los síntomas que presenta el sujeto afectado de mal de orín se manifiestan en el aparato renal-urinario; el enfermo "siente dolor al orinar o al querer orinar, anda muy a disgusto y a veces no se puede sentar"; se queja mucho de "que le duelen los ríñones, la cintura", es decir, la zona lumbar, lo cual se debe a que "los ríñones ya no trabajan"; se cansa mucho y su rostro se ve descolorido.
El diagnóstico que el terapeuta realiza se basa sobre todo en un interrogatorio al paciente, durante el cual intenta descubrir exactamente el origen de los síntomas que padece, así como en la revisión de la región lumbar, la cual puede aparecer inflamada.
Todos los tratamientos indicados por los terapeutas se basan en la ingestión de preparados de plantas medicinales, cuyo propósito es lograr que el enfermo "orine bien" y, de este modo, disminuyan los dolores que lo aquejan. Se pueden administrar decocciones preparadas con las siguientes plantas: cola de caballo, barbas de elote (maíz) y hierba de la víbora; jave; cuerno de calabaza; palmilla; semillas de sandía y hojas de sotol (Véase también chucahierba coloradahierba gusanomakikinachurl'irocorojco). Los preparados se toman como agua de uso, "todo el día hasta que el paciente se alivia". Los informantes aconsejan "tomar muchas bebidas cuando empieza a doler la cintura". En el curso de la terapia se recomienda evitar tanto los alimentos picantes, como las bebidas alcohólicas.
Las complicaciones que se presentan en los enfermos que no son tratados oportunamente consisten en un aumento del dolor de los ríñones y de la vejiga, la cual incluso "se puede reventar" si el padecimiento continúa evolucionando. El enfermo, además, advierte una fuerte sensación de calor y suda mucho. Ciertos terapeutas aconsejan llevar a la clínica del Seguro" a los enfermos que llegan en estado crítico, ya que, de lo contrario, fallecen.
Para prevenir la enfermedad, los informantes brindan algunos consejos tales como: no trabajar mucho tiempo agachados y evitar "tomar fuerte". En las zonas tarahumaras, el mal de orín afecta de preferencia a la población adulta en cualquier época del año.

La diarrea, conocida en lengua tarahumara también con los sinónimos de vitabumahuitabua y witabua, es una enfermedad gastrointestinal que afecta de manera evidente a la población de este grupo indígena, la cual, además de considerarla una importante causa de demanda de atención, la señala también como una seria causa de mortalidad. Los terapeutas tradicionales reconocidos por la población tarahumara como los más indicados para atenderla son los curanderos, los curanderos-sobadores, las parteras, los hierberos-médicos y los doctores.
Acerca de las causas que originan el padecimiento, los informantes indican que las más frecuentes corresponden a la calidad de la comida y a la falta de higiene en la preparación de los alimentos. De esta manera, una persona puede enfermarse de diarrea por "comer comida aceda, fruta verde, o tomar agua sin hervir; cuando los animales toman el agua en el mismo lugar que las personas; cuando comen con las manos sucias o no lavan los trastes". La peligrosidad que comporta la ingestión de agua infectada es puesta en evidencia por los informantes, quienes consideran que la diarrea es producida por las "gueveras que los animales dejan en el agua".
La diarrea también puede constituir un signo importante de otros padecimientos; esto se observa especialmente en los niños, cuando enferman de sustoempacho o caída de mollera. Así, "cuando un niño tiene diarrea quiere decir que está asustado", comentan los informantes, aun si esta característica no es exclusiva de la población infantil, sino asimismo de la adulta. La diarrea también aparece en un sujeto cuando "está empachado con alguna comida que le cayó mal", ya que con seguridad era "comida maleada o mal cocida". Otra enfermedad que con frecuencia se asocia a la diarrea es la caída de la mollera; los terapeutas señalan que "cuando un niño tiene la mollera caída también se enferma de diarrea". En los lactantes, la higiene de la madre es puesta en evidencia como un posible vehículo de la enfermedad, "ya que muchas madres le trasmiten al bebé la enfermedad a través de la leche, porque a veces no limpian la parte del seno".
Los síntomas que el enfermo manifiesta afectan no sólo al aparato digestivo. Claramente, el más peculiar de todos son las evacuaciones constantes que presenta el sujeto: éstas empiezan a manifestarse con "torzones (cólicos) y solturas"; después, el enfermo siente "el cuerpo desguanzado, dolor de nervios, de huesos y tiene las cuerdas aflojadas", lo que quiere decir que los músculos y tendones resienten la afección. El paciente muestra el semblante de color amarillento, labios resecos, ojos hundidos, sufre calentura y falta de apetito, tiene náuseas, es decir, "ganas constantes de volver el estómago", y empieza a "secarse por no comer"; aunado a lo anterior, los niños "lloran mucho, pero sin lágrimas, se quejan de dolor de barriga, se ponen tristes y vomitan".
El diagnóstico se realiza fundamentalmente mediante un interrogatorio, durante el cual el terapeuta intenta descubrir "cómo le dio diarrea", o sea, las causas que originaron el padecimiento: pregunta sobre el tipo de alimentación del paciente, sus costumbres higiénicas y el entorno en el cual desarrolla sus actividades cotidianas; averigua tanto la frecuencia y el color de las evacuaciones, como sus características, para poder así diferenciarla de otra enfermedad análoga: la disentería. En el caso de los niños, pregunta a la madre qué enfermedades ha padecido el pequeño en los últimos tiempos. El diagnóstico concluye con una revisión del abdomen del paciente para verificar el grado de inflamación que sufre.
Todos los tratamientos indicados por los informantes se basan en la administración de preparados de plantas medicinales, cuyo propósito es el de "quitar la diarrea". Comúnmente se preparan con cáscara de copalquínhierba del pastor o del arriero, bavisachuchupate o manzanilla de río, y hierbabuena, plantas que se emplean solas, hervidas en agua e ingeridas como agua de tiempo. Ciertas especies, entre ellas el gotoco, se preparan de manera diferente: se machaca la raíz, se exprime en agua y se toma. En algunas localidades, el medicamento comprende diferentes plantas: estafiate y anísflor de piedra y manzanilla, peonía y bavisa, cáscara y raíz de granada con hojas de guayaba y estafiate, en donde este último componente actúa, según los terapeutas, "como antibiótico" (Véase bal'iguichicalawualahierba coloradahierba gusanomoradillasanta rita y soiwil'i). Cuando el paciente es un niño, los terapeutas de la región de Urique recomiendan "darle en frío" nixtamal con cal. De todas formas, en la mayoría de los casos, es simplemente la dosificación dé las plantas del preparado lo que varía entre la curación de una persona adulta y la de un niño, y no el tipo de tratamiento. En el caso de niños lactantes, el medicamento debe ser administrado a la madre con el fin de que le llegue al enfermo a través de la leche.
Después de haber tomado el preparado, los informantes aconsejan reposar, no tomar tesgüino y "no hacer desarreglos", así como tomar mucha agua y bebidas para evitar la deshidratación.
Una diarrea no curada o tratada de manera inadecuada puede tener graves consecuencias y llevar al paciente a la muerte. Inicialmente, el número de evacuaciones aumenta y el enfermo se debilita: "empieza con pujos, arrojando mucosidad y gases; después, ya no arroja nada porque no tiene nada en el estómago; luego arroja sangre que se encuentra empalmada en la mucosidad, y esto provoca la disentería"; así, esta última enfermedad es una complicación de la diarrea, hecho mencionado por más de un informante. Los terapeutas indican, además, que si el paciente no recibe tratamiento, "se le puede relavar el intestino y morir". Cuando el padecimiento ha llegado a su última etapa, "lo que tira el enfermo es muy apestoso porque la infección es muy fuerte; ya tiene disentería, que le provoca un dolor fuerte de cintura, calentura y se le tuercen las tripas y le gruñen; la persona casi ya no tiene fuerzas, se desmaya al pararse, no puede comer a causa de la calentura, la cara se le hace larga, con los labios amarillos, no puede cerrar los ojos, tiene la boca seca y los ojos hundidos". Un enfermo en estas condiciones debe ser atendido en un hospital, de lo contrario, muere por lo avanzado del mal.
A manera de prevención los informantes recomiendan preparar la comida de manera higiénica, hervir siempre el agua para beber y mantener un buen aseo de los trastes y utensilios de cocina.


La diarrea es considerada una enfermedad capaz de afectar a toda la población, principalmente a los niños. Su frecuencia aumenta durante el mes de mayo —"debido a que las aguas no corren, se estancan y no se limpian, se meten animales y quedan sucias, las personas las usan y se enferman—, y en junio —por las lluvias, ya que las aguas se encuentran enterradas y con animales muertos"—.

La pulmonía, conocida popularmente con los sinónimos de ratariki y churechi, constituye una causa de demanda de atención de la población indígena tarahumara. Los médicos tradicionales señalan que se trata de una afección muy peligrosa, la cual representa una seria causa de mortalidad en pacientes que no son tratados a tiempo. Incluso en localidades como Bocoyna, los terapeutas afirman que "la enfermedad que causa más muertes es la del pulmón". Generalmente atienden el padecimiento los curanderos y los médicos tarahumaras-parteras.
La enfermedad surge por varias causas. Así, en opinión de los terapeutas, "se enferman los que están nuevos y se mojan mucho en el trabajo, entonces se va cuajando la sangre por adentro hasta que se madura la pulmonía"; en otras palabras, la condición para contraer la afección es una situación especial de debilidad física. También puede aparecer como una complicación de un estado febril intenso: "se enferman porque les sube mucho la calentura".Los síntomas son variados. En una primera etapa de la evolución del padecimiento, el paciente "basquea (vomita pura sangre", se debilita, no tiene fuerzas y "le pega una baba muy fuerte cuarteada por sangre, y una tos que no le para hasta que se quite la sangre". El aumento repentino de la temperatura corporal es otro de los signos importantes que permiten al terapeuta diagnosticar la pulmonía; para ello, "checa al paciente tocándolo con la mano" La observación del semblante y de las características del esputo y de la tos del enfermo le permiten confirmar la naturaleza de la afección (V. tuberculosis).
Los tratamientos consisten, por lo general, en la administración de preparados medicinales a base de recursos terapéuticos de origen vegetal o animal. En el primer caso, la planta utilizada con más frecuencia es la hierba del zorrillo, preparada en forma de té, al que se añade "una cucharada de azufre en un cuarto de tequila de la marca que sea; el azufre se le pone a la bebida que no lleve mucho dulce. Se recomienda agitar el té para que se revuelva el azufre. Se toma tres veces al día hasta que se componga; se espera que se quite en ocho días".
En otro tratamiento se emplea el animal de nombre zorrillo para preparar el medicamento: "se cuece la mitad de un zorrillo en tres litros de agua, se le echa azufre, lo que agarre con tres dedos, para que se quede bien cocido y bien cuarteado; ya después se pone el agua bien colada en frascos para que no se lleve carne; de ahí el enfermo debe tomar agua hasta que se acabe".
Un último tratamiento consignado por los informantes consultados prevé la unción, en toda la boca del enfermo, de la hierba chicuato, además de chupar "unas tres hojitas de la misma planta".
Acerca de las formas de prevención, si bien algunos terapeutas indican que "la pulmonía viene por ley y no se puede evitar", otros consideran que se logra una cierta inmunidad si "se toma maguey y luego se echa también en la cabeza".


Siendo la pulmonía una importante causa de mortalidad, existe un gran temor a contraerla. Las características que adquiere la persona que fallece a causa de esta enfermedad son muy impresionantes: "echa sangre por la boca, se inflama por dentro de la cara, la cabeza, y ya muerto se le ponen morados los labios, las manos y los dedos". Puede afectar a cualquier persona, especialmente durante la temporada de lluvias, en los meses de julio y agosto.


la sociedad indigena de durango


HUICHOLES (WIRRARITARI).
La población
EI nombre con el que se autodenomina esta etnia es wirraritari, en plural, y wirrarika, en singular, que se traduce como doctores o doctor, aludiendo a la alta proporción de éstos en el pueblo huichol. Su lengua está emparentada con el náhuatl, así como con otras lenguas indígenas de los desiertos norteamericanos y de la sierra Madre Occidental, como el pima, yaqui, tepehuano y, particularmente, el cora, todos los cuales forman parte de la familia Yuto-Azteca. Para designar su propio idioma utilizan la expresión tewiniukiyari, que significa "la palabra de la gente". El sentido metafórico del habla huichola resulta relevante en el ámbito de lo sagrado, así como en la vida pública, cuestión que distingue del común a sus autoridades tradicionales y terapeutas.
La zona geográfica habitada por los wirraritari, llamada por ellos región huicot, se encuentra situada en un territorio casi cuadrangular en los estados de Jalisco y Nayarit, área que comprende cinco grandes comunidades que funcionan como centros religiosos y políticos del grupo: en Jalisco, Tuxpan de Bolaños, San Sebastián Teponahuatla, Santa Catarina Cuexcomatitlán y San Andrés Cohamiata; y en Nayarit, Guadalupe Ocotán. Vale la pena mencionar un núcleo huichol numeroso que habita en el barrio de Tepic, además de algunos asentamientos dispersos en los estados de Durango y Zacatecas.
De acuerdo al XI Censo general de población y vivienda (1990), se registró una población huichola de 23 806 individuos a nivel nacional, de los cuales 4 443 entran en un rango de cero a cuatro años dé edad, y 19 363 de cinco años y más. De estos últimos, se censaron 9 073 hablantes de huichol en Jalisco, 8 697 en Nayarit, 953 en Durango y 109 en Zacatecas. Sin embargo, según estimaciones de la oficina de Procuración de Justicia del INI, sólo para Jalisco se detectó la existencia aproximada de 17 000 huicholes: 5 000 en San Andrés Cohamiata, 5 000 en Santa Catarina Cuexcomatitlán, 5 000 en San Sebastián Teponahuatla y 2 000 en Tuxpan de Bolaños.
La región huicot es atravesada por la sierra Madre Occidental y constituye una de las regiones del país más aisladas, ya que cuenta con elevaciones que van desde 1 000 a 3 000 msnm, en contraste con las profundas barrancas que hacen difícil su acceso. El clima de la región varía de acuerdo con la altura, en las zonas bajas puede llegar a ser muy cálido, mientras que en las partes altas suele nevar durante el invierno. Las lluvias, que se caracterizan por ser fuertes y repentinas, se presentan en los meses de junio a noviembre; el resto del año es extremadamente seco.
Las actividades productivas están en función de la fisiografía que presenta la región; con este criterio se distinguen cinco subregiones. 1) Las partes bajas de la sierra, donde el clima es cálido y las condiciones de vida son difíciles por la abundancia de moscos, alacranes, serpientes y otras alimañas; sin embargo, los huicholes visitan esta zona con fines religiosos así como para pescar, aunque no existe allí población establecida. 2) Las faldas bajas y medias de las barrancas, cuyas tierras cultivables son habitadas durante la temporada agrícola, aunque las condiciones climáticas siguen siendo poco favorables. 3) La zona de las intrabarrancas, que es la más poblada y donde se encuentran los centros religiosos y políticos; sus mesetas y terrenos planos presentan condiciones favorables para las labores agrícolas. 4) La zona de montes altos, con una pequeña población permanente, que cuenta con pastizales que son utilizados durante la temporada de lluvias cuando el ganado no puede pastar en las mesetas de la intrabarranca. 5) La subregión de la sierra alta, considerada la más problemática para la vida huichola, ya que es donde se concentra la mayor cantidad de mestizos; esta zona, en laque existen pocos asentamientos, es aprovechada casi exclusivamente para la cacería.
Las actividades productivas son fundamentalmente de autoconsumo. Los cultivos más importantes son: el maíz la calabaza, el amaranto, el frijol y el chile; en algunos terrenos, la presencia de ciertos frutales forma parte de la producción.
Debido a las condiciones orográficas de la región, las vías de comunicación terrestre son escasas; no existen carreteras pavimentadas, razón por la cual la comercialización de los productos es poco viable. Existen pistas de aterrizaje en varias localidades, con vuelos más o menos regulares, y avionetas privadas que pueden ser contratadas desde Tepic o Guadalajara para realizar viajes especiales. Las formas de comunicación más rápidas son los mensajes que lleva la gente que entra y sale de la sierra, o el servicio de radiotelefonía rural. Las únicas localidades que cuentan con el servicio de energía eléctrica son San Andrés, Tuxpan y Guadalupe Ocotán, cuyas plantas funcionan dos o tres horas durante la noche para el alumbrado público. No existen instalaciones de agua entubada, y el poco líquido disponible es extraído de pozos y manantiales que se encuentran en los cerros.
El patrón de asentamiento de la etnia huichola es disperso, pues aparte de las cinco comunidades grandes antes mencionadas, se calcula la existencia de más de 400 rancherías satélites asentadas en un área de 4 107 Km2, algunas de las cuales funcionan solamente durante las temporadas de trabajo agrícola. Generalmente, las casas están agrupadas en pequeños ranchos que forman placitas; en cada ranchería puede habitar desde una familia nuclear hasta una familia extensa.
La mayoría de las casas son de adobe, aunque existen también de piedra recubierta con lodo y techo de paja, Por lo común, son muy pequeñas y el mobiliario es escaso. En algunos lugares es posible encontrar casas con más de una estancia y unas pequeñas construcciones llamadas ririki, "casas de dios", que cumplen la función de adoratorio dedicado a las deidades importantes de la familia, así como a sus antepasados.
Los servicios médicos son insuficientes. Existen unidades rurales del Seguro Social y de la Secretaría de Salud en diversas partes de la sierra; sin embargo, las condiciones de vida son tan difíciles que ahuyentan a la mayoría de los pasantes que prestan su servicio médico, por lo que es muy frecuente encontrar clínicas desocupadas. Las causas de demanda de atención más comunes son: infecciones gastrointestinales, parasitosis, infecciones respiratorias, tuberculosis, infecciones de la piel, problemas dentales, partos de alto riesgo y cáncer de matriz y mamas.
En el ámbito de la medicina tradicional, un grupo de terapeutas huicholes está agrupado en la Organización de Médicos Tradicionales de los Estados de Nayarit-Jalisco (OMTENJ), fundada en 1990 y con sede en Tepic, Nayarit; esta organización cuenta con más de 80 curanderos de Mezquitic y Bolaños, Jalisco; y de los municipios de Ruiz, Rosamorada, Acaponeta, Huajicori, La Yesca, El Nayar y Tepic, del estado de Nayarit.
Cabe destacar que en la cultura wirrarika, la mitología ocupa un papel fundamental en la vida cotidiana, política y ceremonial, cuestión que se manifiesta especialmente en sus actividades agrícolas, en la caza y en la salud. Por medio de los relatos míticos trasmitidos por el cantor, se establece un diálogo con los dioses y se revive lo ocurrido en el tiempo sagrado. Estos cantos constituyen un modelo de normas sociales a seguir, y la explicación simbólica de los fenómenos naturales y de todo lo que ocurre en el mundo terrenal. Es así que los huicholes son fieles seguidores de las tradiciones, siembran y cazan, tal y como lo hicieron sus dioses o antepasados, participan en las mismas ceremonias e, incluso, cometen los mismos errores y maldades que sus ancestros por lo que, desde luego, son igualmente castigados. Asimismo, encuentran explicación al origen de los astros, el mundo, el fuego, el agua, los animales, las plantas y las enfermedades, así como el porqué de las peculiaridades de los componentes de su entorno. Sus deidades son poderosas y, por ende peligrosas, por lo que hay que mantener buenas relaciones y agradarlas mediante ofrendas y rituales especiales. También suele llamárseles "antepasados" y designárseles con un término de parentesco: el padre sol, nuestro abuelo fuego, el bisabuelo cola de venado, nuestras madres del agua, nuestra madre tierra.
El maíz, el venado y el peyote son tres elementos a los que se hace constante referencia en la mitología, y alrededor de los cuales gira un importante número de sus fiestas y ceremonias. Los dos primeros representan el sustento del hombre huichol, mientras que el peyote, cacto alucinógeno, es la carne y el alimento de los dioses, el intermediario entre el hombre y las deidades.
Dentro de las principales ceremonias destacan las relacionadas con el ciclo agrícola, en donde quedan además incluidas la peregrinación a Wirikuta y la cacería del venado; ambas ponen de relieve los rasgos nómadas que aún perviven en el pueblo huichol.

El dolor de estómago constituye una causa de demanda de atención frecuente entre los habitantes de las regiones huicholas, cuya etiología resulta también del incumplimiento de las ofrendas requeridas por los dioses. Ataca principalmente a las mujeres embarazadas y a los niños, sobre todo cuando "la luna está tierna".
Son síntomas característicos de la enfermedad el dolor en la región abdominal, particularmente en el vientre, y la inflamación que aparece en la región umbilical y que tiene la apariencia de un tumor. Esta inflamación o hinchazón se extiende más tarde hasta el hígado; el enfermo también presenta vómitos y calentura, y sufre un marcado adelgazamiento. Todos estos síntomas, en especial la inflamación en la zona del hígado, permiten al curandero diagnosticar el mal, ayudándose incluso de información obtenida a través de los sueños y de lo que le revela la aplicación de limpias.
Para lograr la recuperación de los afectados por el dolor de estómago, es frecuente la administración de cinco yemas crudas de huevo, que el paciente debe ingerir en ayunas. El mara'akáme hacen un tratamiento diferente: aplican limpias con un manojo de siete plumas de águila y siete de aguililla cola amarilla, previamente bendecidas ante los cuatro puntos cardinales; durante el procedimiento, pronuncian de seis a siete "rezadas". Este ritual es practicado diariamente hasta lograr el restablecimiento del enfermo.
Desde que se inicia la primera curación, el paciente debe evitar comer frijoles. Si la persona que sufre este padecimiento no acude a atenderse rápidamente, la inflamación del hígado se extiende a todo el abdomen y se intensifica el dolor, provocándole la muerte (V. cucuiniya yuriepa).

Con el nombre de neuuachica teka, o "borrachera en la cabeza y dolor de estómago", se conoce en la medicina tradicional huichola a una enfermedad producida por el incumplimiento de una manda del sujeto afectado frente a alguna deidad de su panteón. Así, cuando una persona desea lograr cierta prosperidad —por ejemplo, tener vacas o chivos—, y estima que para alcanzarla debe "curarse", generalmente hace un ofrecimiento que debe concretar en un lapso de diez años. Cuando esta promesa no es cumplida, el infractor contrae la enfermedad, visible por la manifestación de ciertos trastornos característicos: grita por los cerros, come alimentos crudos o cualquier cosa que encuentra (palos u otros materiales indigestos), habla solo y, en general, pierde la razón.


Para curar este mal, los terapeutas recomiendan que el enfermo se alimente adecuadamente, que repose y que evite las relaciones sexuales durante un periodo de seis años. Una vez que se ha recuperado, "debe pagar la manda" y sacrificar un toro o un chivo.

otra sociedad de durango


MEXICANEROS.
La población
Se ha propuesto que la etimología de la palabra tepehuanes proviene del náhuatl tepetl, "cerro", y la partícula posesiva huan, que en conjunto significa "dueño de cerros". Sin embargo, ellos no se denominan así, sino o’dam, que quiere decir "los que habitan", "poblano" o "gente que puebla estos lugares". La lengua tepehuán pertenece al grupo Nahua-Cuitlateco, tronco Yutonahua, familia Pi-ma-Cora, según la clasificación de Swadesh y Arana. Por su parte, la palabra mexicaneros hace alusión a la población hablante de náhuatl, aunque no se sabe con certeza cuál es el origen de dicha denominación.
De acuerdo con el XI Censo general de población y vivienda (1990), la población tepehuana asciende a 22,495 individuos, con 4,026 integrantes de cero a cuatro años de edad, y 18,479 hablantes de tepehuán de cinco años y más, de los cuales alrededor del 93% radica en Durango. Los datos censales de la población hablante de náhuatl de cinco años y más, reportan 579 individuos en Durango y 519 en Nayarit.
Ambos grupos se localizan principalmente en el estado de Durango en una extensa zona que alcanza a tocar los estados de Nayarit, Jalisco y Zacatecas, y constituye una región interétnica, pues ahí conviven además con indígenas coras y huicholes de dichas entidades. Los tepehuanes ocupan gran parte de los municipios del Mezquital y Pueblo Nuevo en Durango, y pequeñas áreas de Huajicori en Nayarit, y San Cipriano en Zacatecas. Las principales comunidades mexicaneras son Santa Cruz en el estado de Nayarit, San Agustín de Buenaventura y San Pedro Xicoras en el municipio de Mexquital, Durango.
Los asentamientos o’dam se encuentran en la región montañosa de la sierra Madre Occidental, ocupando terrenos que van desde los 2,000 msnm en las partes más altas, hasta los 400 msnm en las barrancas, en tanto que los mexicaneros prefieren edificar sus asentamientos en las partes bajas y medianas de la montaña. Los suelos son de diversos tipos, predominando los arcillo-limosos; el clima cambia de templado frío, en las partes altas, a cálido en la zona de barrancas. La fauna es muy variada; entre los mamíferos importantes se encuentran: venado, conejo, ardilla, coyote, zorra, tejón, mapache, armadillo, jabalí, tigrillo, puma, gato montes y zorrillo; hay aves como: guajolote silvestre, codorniz, paloma, correcaminos, chachalaca, guacamaya y perico, así como varias especies de serpientes, iguanas y tortugas; en el río San Pedro existe: bagre, mojarra, trucha, matalote, carpa, langostino, etcétera. Los componentes florísticos predominantes en los valles y pie de montañas son: mezquite, huizache, guamúchil, capomo, chalate, frijolillo, pitahaya, nopales y magueyes, principalmente; en las partes más elevadas de la sierra, hay bosque de pinos y cedros.
El recurso más importante explotado por los tepehuanes es el bosque; se estima que el 50% está ocupado por pinos y cedros maderables que representan la fuente más importante de riqueza. Sin embargo, la actividad ganadera es la más relevante; en ella participa la generalidad de los comuneros, que crían vacunos, caprinos y, en menor escala, ovinos y porcinos. Por su parte, los mexicaneros no cuentan con superficies maderables; su principal actividad es la agricultura de temporal exclusiva de maíz en la zona de pendientes, basada en el sistema de roza, tumba y quema, cuya producción cubre básicamente funciones de autoconsumo. Los ingresos obtenidos de la ganadería se aprovechan para la compra de víveres y herramientas agrícolas. Sin embargo, la escasez de recursos obliga a buena cantidad de los pobladores a contratarse temporalmente como jornaleros en el corte de tabaco y caña en los municipios de Acaponeta y Ruiz, Nayarit.
Los o’dam suelen tener dos o más casas. La principal se construye en una ranchería correspondiente a la familia del hombre; otra, puede estar en el pueblo para asistir a las fiestas o asambleas; y la tercera, la más rudimentaria se instala cerca de la milpa. Los materiales de construcción son diversos. Predominan las casas de madera, les siguen las de adobe y son pocas las de piedra y lodo; los techos pueden ser de lámina de cartón y lámina metálica o raramente, de bajareque y paja, siempre de dos aguas.
Los mexicaneros cuentan con dos tipos de viviendas: una, cercana a la siembra, que utilizan durante la temporada de secas, y la otra, ubicada en los cerros, a donde llevan a pastar a los animales durante la temporada de lluvias para no exponer las milpas. La casa tradicional de los mexicaneros, llamada "carretón", consiste en una estructura elevada aproximadamente a un metro del suelo, de forma rectangular, construida con paredes y piso de carrizo y techo de paja de dos aguas. Con ella se protegen de las lluvias torrenciales y de los animales, en especial de los alacranes además de ser muy fresca en el verano; la cocina se construye aparte con una especie de enramado. Hay construcciones de otro tipo, integradas por tres unidades: el dormitorio, que se hace en forma rectangular, con paredes de adobe y techo de paja de dos aguas sostenido por una estructura de madera; la cocina, con carrizos o adobe y techo de paja, y el granero descubierto, al frente, hecho con carrizo y techo de paja.
El acceso terrestre a la región ocupada por ambos grupos es muy difícil debido a lo accidentado del terreno. Varias localidades cuentan con pista aérea, pero no existen vuelos regulares por lo que las personas pueden trasladarse sólo a pie o en bestias por medio de una vasta red de veredas. El agua se obtiene de los manantiales localizados en los cerros, o de los ríos que atraviesan las localidades.
La atención institucional de salud se ha incrementado notablemente con el programa IMSS-Solidaridad, al ponerse en marcha el servicio de 14 unidades médicas rurales localizadas en: Platanitos, Charcos, Guajolota, Muruata, Xoconostle, Laguna del Bordo, Canoas, Gavilanes, Candelaria, San Francisco, Teneraca, Llano Grande, Gua-camallita y Milpillas Chico. Entre las causas de demanda de atención más frecuentes figuran: enfermedades gastrointestinales y de vías respiratorias, sarna, paludismo, así como un accidente muy frecuente en esas zonas: la picadura de alacrán.
Todas las celebraciones que giran alrededor del curanderismo, las actividades agrícolas, los cambios de cargos y los oficios tradicionales, e incluso, las del calendario litúrgico, están sujetas a los patrones impuestos por el xiotal, también llamado costumbre, ceremonia principal de los tepehuanes cuyo significado es "danza". Este baile-oración dedicado al padre Sol puede realizarse en forma familiar o comunal, con el objeto de prevenir enfermedades, propiciar las lluvia, agradecer las cosechas obtenidas, bendecir las mazorcas y renovar las plumas sagradas, las cuales constituyen un instrumento e imagen del poder sobrenatural. Entre los mexicaneros las costumbres son similares, sólo que entre ellos el xiotal recibe el nombre de xuravet o mitot.

La diarrea es una de las causas de demanda de atención recurrente de los habitantes de los grupos tepehuano y mexicanero, cuyos terapeutas afirman que, aunque es más frecuente entre la población infantil, se presenta también en adultos. La diarrea, conocida popularmente con el término de vacura, es un padecimiento causado principalmente por la calidad de la comida: "por comer alimentos echados a perder, por tomar agua sucia o por comer fruta verde", así como por la falta de aseo en los recipientes y ollas en los cuales se preparan o se conservan los alimentos, ya que se observa que "animales como la cucaracha o la rata andan en los recipientes y en la misma comida", señalan muchos terapeutas. La diarrea también puede ser un síntoma de la presencia de parásitos intestinales.
Además de la diarrea misma, el enfermo presenta fuertes dolores de estómago, el cual se encuentra inflamado a causa de los gases intestinales que no puede expulsar; los informantes afirman que la diarrea puede cursar con calentura en caso de que haya sido ocasionada por comer frutas verdes. El diagnóstico se realiza mediante un interrogatorio inicial al paciente, quien manifiesta los síntomas antes mencionados, seguido de una revisión del abdomen para detectar el grado de inflamación.
Varios fueron los tratamientos consignados. Si la diarrea no es muy fuerte, al enfermo se le administra un té de mariola, como agua de tiempo, durante tres días. La segunda forma de curación puede ser iniciada en casa: se le da una infusión preparada con estafiate y una "rebanadita de semilla de aguacate" y, al término, se envía al paciente con el curandero para que le sobe el abdomen y, de este modo, "pase el aire" que está siendo obstruido "por la bola de comida" (Véase también hierba del cochinoduiibharhuizache y hierba del sapo). El contacto con médicos alópatas permite a los terapeutas manejar también algunos conocimientos de medicina de patente: esto se constata por el hecho de que hay quienes recetan, en caso de diarrea ocasionada por parásitos, suspensión de caolín pectina y tabletas de Metronidazol (Véase también gordolobokakon yooxi’ku’paraepazotesan antónanisillo y flor de cabello).
Los curanderos manifiestan preocupación por los enfermos de diarrea que no son atendidos a tiempo, por cuanto las complicaciones que derivan de ella incluso pueden causarles la muerte por deshidratación. El padecimiento, aun si puede presentarse en personas de cualquier edad, es más frecuente en niños, "ya que no saben que el agua debe ser hervida, porque no hay agua entubada; se toma de los ríos o pozos en donde se junta el agua de lluvia", afirman los terapeutas. Para evitar contraer la diarrea, aconsejan tomar las medidas higiénicas necesarias, tales como no tomar agua sucia, hervirla antes de ingerirla, lavarse las manos antes de comer y evitar comer carne de res.

El "piquete de avispa ponzoñosa" es un tipo de accidente común entre los habitantes de las comunidades mexicaneras, quienes señalan que esta avispa es un insecto ponzoñoso que vive en la región y que pica a los hombres que, inadvertidamente, al caminar por el campo mueven los panales que se encuentran en las ramas bajas de los árboles (V. picadura de avispa). Al igual que en el caso de la picadura de alacrán y de viuda negra, también este accidente puede ser enviado mediante alguna forma de hechizo "por alguien del mundo") La avispa ataca de preferencia en la región de la espalda, y su piquete tiene la propiedad de dejar momentáneamente ciega a la persona que lo sufre, la cual advierte una súbita sensación de intenso calor y siente la cabeza "como que se le agranda".
A pesar de que el accidente puede ser de carácter sobrenatural, los terapeutas no emplean práctica alguna del tipo mágico-religioso. Según ellos, la mayoría de las personas que viven en la región conoce la forma de tratar esta clase de picadura, probablemente por la frecuencia con la que ocurre el percance; de esta manera, si la persona afectada se encuentra cerca de un "charco de agua fría", debe meterse en seguida, ya que el frío del agua tiene la propiedad de contrarrestar la calidad "caliente" del veneno. Otra forma de tratamiento consiste en buscar rápidamente unas piedras macizas, y golpearlas "a modo de que suelten un olorcito parecido al azufre: su efecto contrarresta el efecto del piquete", aseguran los curanderos.
Los informantes hacen notar la necesidad de tratar de inmediato el piquete de avispa venenosa, en virtud de que una atención tardía puede provocar la muerte del enfermo "de un momento a otro".

Se conoce con la expresión de "fortalecer la sangre" a un procedimiento terapéutico destinado a remediar un estado caracterizado por un desmedido debilitamiento general que sufren ciertas personas, las cuales además se sienten sin fuerzas, presentan una palidez intensa e, incluso, se desmayan. Esta condición es provocada por una falta de alimentación prolongada, o por el consumo, durante mucho tiempo, de comidas que carecen de los nutrientes indispensables. Los sujetos que manifiestan estos síntomas solicitan los servicios de los hierberos, quienes aplican un procedimiento particular destinado a fortalecer la sangre del enfermo, ya que consideran que la debilidad y los otros síntomas asociados se presentan porque la sangre ha perdido su fortaleza (V. anemia).
El tratamiento consiste en administrar al enfermo un cocimiento que se hace hirviendo en un litro de agua, por una hora, un trozo de entre 10 y 15 cm de raíz de chuchupaste (V. Ligustricum porteri); el medicamento se deja al sereno por toda una noche y se ingiere, al día siguiente, como agua de tiempo. Esta infusión tiene la propiedad de hacer que el enfermo recupere el apetito y vaya recobrando sus fuerzas poco a poco, hasta sentirse restablecido por completo (Véase también magueyG+Kko’buupuihierba de la gallina y guazapol) . Mientras sana, el paciente debe evitar el consumo de café y comidas que le puedan irritar el estómago. Si la persona no se trata a tiempo, puede morir "por debilidad de la sangre", razón por la cual los informantes aconsejan prevenir la aparición de la enfermedad tomando, diariamente, la misma bebida recomendada para curarla, con el objeto de mantener "fuerte la sangre".
Los terapeutas señalan que los niños son los que por lo general necesitan hacer este tratamiento, especialmente durante el invierno, "cuando no hay cómo sembrar". Los médicos tradicionales que atienden este padecimiento refieren que reciben hasta cinco pacientes por mes.

Son causas de demanda de atención cuyo origen último, según las concepciones de tepehuanes y mexicaneros, es de carácter sobrenatural y divino. Así, los terapeutas tradicionales de ambos grupos refieren que las causas que provocan estos accidentes se deben buscar en un castigo "del dios o de los santitos de los alacranes", provocado por alguna falta cometida por la persona afectada. También la envidia es considerada una causa posible del mal, ya que "induce a encontrar los medios para hechizar a la víctima mediante la picadura de alguno de estos animales ponzoñosos (V. brujería). En el primer caso, se estima que la picadura es "por bien" y la persona afectada logra aliviarse en dos o tres días; cuando, por el contrario, es "enviada por alguien del mundo" mediante un hechizo, la enfermedad puede tardar hasta seis meses en curarse, ya que sólo en ese momento "le empieza a madurar la picadura". Inmediatamente después de sufrir la picadura, a la persona "se le aguada (inflama) la parte afectada, o todo el cuerpo, y no puede andar"; a veces, el efecto del veneno se manifiesta mediante la aparición de ronchas en el cuerpo. En el caso específico de picadura de alacrán, al enfermo "le hormiguea parte del cuerpo y le empiezan a pegar las ’ ansias"; cuando es producto de un hechizo, la desesperación puede ser tan grande que "la persona luego luego empieza a sentir como que se quiere ahorcar", señalan los curanderos. En ocasiones, el sujeto no presenta ninguno de estos síntomas, lo que quiere decir que "el veneno no le hace a la persona". Los informantes aseguran que, después de picar, el animal "ya no puede correr", de manera que se puede observar y saber quién provocó el mal. Las formas de enfrentar el padecimiento son variadas. La gran mayoría de los tratamientos consignados corresponden a terapias tradicionales, en tanto que algunos curanderos han integrado medicamentos de patente al conjunto de recursos terapéuticos destinados a curar las enfermedades. Si el veneno surte efecto, "porque no a todas 1as personas le hace", el terapeuta se da cuenta al "primer toque de ansia", cuando el enfermo comienza a sentir ’"calambres en los costados"; en ese momento le practica una limpia con plumas de aguililla, para reunir la enfermedades, y luego chupa el veneno con la boca (V. chupar). Otro procedimiento para contrarrestar los efectos consiste en administrar al enfermo un té de hierba de guaco, en dosis de un vasito cada media hora, "según se vayan calmando las molestias" (Véase también magueybhu'mtun yooxt'cola de caballo y epazote). Por el contrario, los terapeutas que utilizan medicamentos de patente recetan cuatro ampolletas de suero antialacránico, que se puede conseguir en las farmacias.
Una vez que el enfermo ha sanado, debe agradecer a los santitos por medio de ofrendas. La forma de prevenir"’el piquete de viuda negra o picadura de araña capulina consiste en cortar sus telarañas, para que el viento se las lleve, maniobra que no tiene ningún efecto si el mal es enviado en forma de hechizo "por alguien del mundo".



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